La robótica en el mundo real



Los esfuerzos de la humanidad por estudiar el espacio desde el punto de vista científico y económico se denominan exploración espacial. Estos esfuerzos involucran tanto a seres humanos viajando en naves espaciales como también  a satélites y ROBOTS TELEOPERADOS enviados a otros planetas.

Actualmente el planeta que más ha despertado el interés del hombre es Marte, el mismo que ha sido objeto de estudios a través de diferentes misiones con el objetivo de responder la pregunta de si hubo o hay vida en ese planeta.



En el año de 1996 fue llevada a cabo la primera misión que incluía un robot explorador llamado "Sojourner", convirtiéndose en una misión exitosa que alentó a los científicos de la NASA para continuar la exploración con nuevos robots. Para el 2004, la misión denominada "Mars Exploration Rover" que incluía el envío de dos robots idénticos fue catalogada como una de las misiones ilustres de la NASA.

Agosto del 2012, la NASA nuevamente situó otro vehículo explorador llamado "Curiosity", siendo éste más pesado y dos veces más grande  que sus antecesores, y considerado como el laboratorio móvil de instrumentación avanzada más sofisticado del momento. Los resultados científicos de estos robots han sido exitosos, lo cual muestra que las agencias aeronáuticas seguirán con el uso de robots móviles para la exploración espacial en el futuro.

A nivel internacional, los avances más importantes de la robótica móvil ven reflejados en las investigaciones astronáuticas para preparar las condiciones necesarias para la exploración y colonización humana.

Estos robots emplean diferentes sistemas de locomoción como patas, ruedas, orugas e incluso arrastrándose como reptiles y son diseñados para adaptarse a entornos no estructurados, lo cual ha ampliado de manera significativa los desafíos de la investigación de la robótica en áreas de la tele operación y modelos de navegación.


EL CURIOSITY, LA APUESTA MÁS AMBICIOSA DE LA NASA EN LA EXPLORACIÓN DEL PLANETA MARTE



Mars Science Laboratory (MSL), conocido popularmente como Curiosity, es el más sofisticado vehículo explorador desarrollado por la NASA. Dió sus primeros pasos en el 2004 y de inmediato se definió que debería ser el laboratorio móvil más capacitado, superando las capacidades de adaptación, análisis, movimiento y acceso de sus predecesores. 

A punto de ser cancelado por sus altos costos, el MSL oficialmente bautizado como Curiosity (por una niña estadounidense de 12 años) pudo iniciar su viaje hacia el planeta rojo, con el fin de responder grandes interrogantes, el 26 de noviembre de 2011, a las 15:02 UTC, a bordo de un cohete Atlas V 541, desde la base aérea de Cabo Cañaveral. 

Curiosity presenta una longitud de 3 metros y un ancho de 2,8 metros. La altura máxima del vehículo es de 2,2 metros, equipado además, con un brazo robótico de 2,1 metros de largo. El  rover, se moviliza sobre seis ruedas de 50 centímetros de diámetro y cada una de ellas posee un motor eléctrico independiente, facultadas para superar con total seguridad obstáculos de hasta 65 centímetros de altura, sistema conocido como "Rocker-bogie".


ROCKER-BOGIE: EL MEJOR SISTEMA TODO TERRENO




Rocker-bogie es un sistema de suspensión adoptado por primera vez en el "Mars Pathfinder" y usado actualmente por el "Curiosity"; se compone de dos piezas unidas y que permiten libertad de giro. La pieza que se une al rover (astromóvil) es la denominada "ROCKER" y la parte que posee en ambos extremos una rueda motriz es el "BOGIE". El Bogie es la pieza que ayuda a distribuir la carga sobre el terreno.



El diseño rocker-bogie no incorpora muelles o ejes por cada rueda, lo que permite al rover superar obstáculos como rocas con un tamaño mayor al doble del diámetro de las ruedas, manteniendo las seis ruedas sobre el suelo. Como en todo sistema de suspensión, la estabilidad de inclinación está limitada por la altura del centro de gravedad. Los sistemas que utilizan muelles tienden a inclinarse más hacía el lado con más carga. Basado en el centro de masas, el rover Curiosity de la misión Mars Science Laboratory puede resistir una inclinación de hasta 45 grados en cualquier dirección sin volcar, aunque los sensores automáticos del rover no permiten que se supere los 30 grados de inclinación. El sistema está diseñado para desplazarse a baja velocidad, en torno a los 10 cm/s, a fin de minimizar choques bruscos y evitar daños en el vehículo cuando se superan grandes objetos.



Una de las futuras aplicaciones de los rovers será asistir a los astronautas durante operaciones en la superficie. Para ser de ayuda, deben ser capaces de moverse a una velocidad igual o superior a la de un humano caminando. Otras misiones han sido propuestas, donde los rovers tendrán que moverse mucho más rápido (4-10 km/h) como en el Sun-Synchronous Lunar Rover.

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